lunes, 15 de noviembre de 2010

LUCÍA, ¡VAYA DÍAS!

                            
                              


En una casa, muy pequeñita, situada en medio del campo, vivían cuatro personas: la niña se llamaba Lucía y tenía nueve años; su hermano Carlos, tenía seis años, y sus padres que tendrían unos cuarenta años.
Una mañana, como tantas otras, Carlos y Lucía, empezaron a discutir. La madre y el padre, estaban cansados de que siempre estuvieran peleándose, día tras día.
-Me has quitado mi dinosaurio, antes lo tenía en mi cuarto y ahora ya no está.-dijo Carlos enfadado-
-Yo no te he cogido nada, que no sepas donde está  no significa que yo te lo haya cogido.-le contestó Lucia-
La madre al escuchar tanto alboroto los mandó a cada uno a su cuarto y les dijo que después hablarían.
De repente sonó el timbre. La madre abrió la puerta y vio que eran los vecinos enfadados.
-¡Todos los días igual!, siempre están armando jaleo. Tiene que intentar que no se produzca tanto jaleo, no se puede dormir la siesta tranquila.-dijo la vecina enfadada-
-Lo siento mucho; cuando los dos se pelean, empiezan a armar este escándalo. Intentaré que no vuelva a ocurrir, adiós. -dijo la madre avergonzada-
La madre llamó a los dos al salón, y les dijo que por qué se habían peleado esta vez.
-Esta mañana cuando me desperté no estaba el dinosaurio que me regalaron los Reyes Magos.-dijo Carlos-
La madre le pregunto a Lucía si se lo había cogido, y le dijo que le contara la verdad.
-Yo le he estado diciendo todo el rato que no se lo había cogido, lo único es que no me cree.
La mamá le dijo a Carlos que cuando fue la última vez que lo tuvo, pero él no se acordaba.
-¡Si no lo has sacado de casa, tranquilo que estará por alguna parte!-dijo la madre-
El padre volvía de trabajar.
-¡Ya he vuelto!-dijo el padre-Voy a echarme a la cama un rato que estoy un poco cansado.
Al echarse en la cama notó algo duro, era el dinosaurio de Carlos.
-¡Carlos, ven aquí!-dijo el padre cansado-¡Qué hace esto aquí!
Carlos al verlo se alegró mucho y se lo fue a contar a su madre y a su hermana Lucía.
-¡He encontrado el dinosaurio, ahora me acuerdo!-dijo Carlos- Esta noche, no me podía dormir y me metí en vuestra cama, me llevé el dinosaurio, y me lo dejé allí.-dijo Carlos-
Carlos al ver que su hermana tenía razón le pidió disculpas, y le dijo que otra vez le creería. Pasó el tiempo. Ya ocurrían menos peleas. Ahora los vecinos venían menos, y se iban cada vez más contentos.
Los padres decidieron que si se portaban bien cada dos semanas los llevarían al cine, al parque, o a algún otro sitio que les gustase a ellos.
Un día los llevaron al circo, empezaba a las ocho y acababa a las diez:
-Mira qué elefante tan grande, dicen que ellos son muy listos, que si les dices alguna cosa no se les olvida.-decía Lucía-
Al acabar el espectáculo, Lucía se acercó al elefante, estaba en una jaula, y le dijo en voz baja:
-Seguro que a ti te gustaría estar con tu familia.-dijo Lucía-
Ella miró al cielo y de repente, a la vez que decía eso pasó una estrella fugaz, y sintió como que lo que decía se le cumpliría.
Al día siguiente se acercó por allí y preguntó por el elefante. Le dijeron que se lo habían llevado al lugar donde lo cogieron, ahora estaba con su familia.
-Gracias por la información, adiós.-dijo la niña- La estrella fugaz que pasó por allí me dio suerte.
La niña muy contenta volvió a su casa. Y le contó a su madre lo que pasó con el elefante y la estrella fugaz.
-¿Ves, hija mía?, en la vida todo está relacionado, o quizás sólo sea una hermosa casualidad. De cualquier modo, el elefante está libre y vuestro buen comportamiento es maravilloso. - le dijo su madre.
-¿Entonces si me porto bien todos los días, me llevarás a más sitios que me gusten?-dijo Lucía-
-Sólo si te portas bien. -dijo la madre-
Ya pasó el fin de semana y había que volver al colegio. Este curso, había una compañera nueva, y Lucía se acercó a ella para hablar y conocerla mejor.
-Hola, me llamo Lucía, tengo un hermano menor en el cole. ¿Cómo te llamas tú? -dijo Lucía-
-Me llamo Miranda, y también tengo un hermanito, tiene un año, ya sabe andar pero como es tan listo hace como que no sabe y así lo tienen que coger en brazos.-dijo sonriendo-
Cuando sonó el timbre entraron a clase, tenían un examen de matemáticas, y Lucía había estado estudiando toda la noche. Estaban todos muy nerviosos. Al dar los exámenes Miranda, no se sabía una pregunta y dijo en bajo:
-¿Cuál es la respuesta de la tercera pregunta?-le dijo a Lucía-
-No podemos hacer eso. -dijo Lucia-
Lucía le escribió en un papelito la respuesta y se la pasó por el suelo. La profesora se levantó y cogió la nota, y muy decepcionada dijo:
-Ya habéis acabado el examen, un cero a las dos.-dijo la profe-
Miranda le dijo a la profesora que si podían repetir el examen, por lo menos Lucía porque no era culpa de ella.
-No le eche la bronca a Lucía, ella no ha hecho nada, yo le había dicho en voz baja si me decía la respuesta de la tercera pregunta.-dijo Miranda triste-
La profesora hizo caso a Miranda, le dejo repetir el examen sólo a Lucía, pero no estaba muy contenta, porque Lucía le había dicho la respuesta sabiendo que no se podía hacer eso.
Cuando acabó la clase se quedó con Lucía y Miranda y les dijo:
-Que no se vuelva a repetir, lo que me ha gustado de todo esto es que no me habéis mentido y me habéis dicho la verdad, por eso no os castigo. -dijo la profesora-
Salieron de clase y cada una se fue a su casa, al llegar las dos le contaron a sus padres lo ocurrido en clase.
Era de noche y Lucía estaba cansada, se fue a la cama y le pidió a su padre que le leyese un cuento.
-En un país muy lejano había un pueblo en el que pasaba de todo…-dijo el padre cansado-
La niña ya se había dormido y el papá y la mamá le dieron un beso en la mejilla y se fueron a dormir.
Lucía aprendió que no debía discutir con su hermano por cosas absurdas. Portarse bien tenía su recompensa. La profesora en el cole,  por ser sinceras, a pesar de la mala acción,  no las castigó. Y hasta el elefante acabó contento, volviendo a su casa gracias al deseo de la estrella fugaz.




8 comentarios:

  1. Enhorabuena, Ángela.
    Ahora sí que es todo tuyo.
    Ánimo y adelante.

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  2. No esta mal Angelina Jolie Pero la foto me parece muy sosa por que como es en blanco y negro...

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  3. Me parece que está muy bien lo que has dicho, porque cada uno tiene derecho a opinar lo que quiera.

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  4. OK ami tambien me gusta que opinen

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  5. haber angelina jolie nos vas a salir escritora o que por que al paso que vas buena escritora saldras muy buenos tus cuentos.

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  6. pues ami este no me gusta mucho

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